Gafotas, friki, fea, gordo, puta, gay, rata, roba novios, inútil, facilona…
Quizás esto te suene, porque te lo han clavado en la espalda o ha sido tu boca quien ha vomitado tanto odio.
Insultos puñal que acaban en llanto a escondidas, en pesadillas y demonios con piel de persona, a veces incluso en un ‘adiós’ que no se puede parar con un abrazo antes de tiempo.
Hablemos de bullying porque me hierve la sangre y el estómago, porque el cerebro no responde cuando le pregunto el por qué, los motivos, qué incita a la gente a escupir sinsentidos.
No sé si lo sabrás pero humillar a alguien no te hace fuerte, no te hace reina ni tener poder, sólo salen a pasear tu ego, tu falta de empatía, tu chulería y lo poco que guardas en la cabeza.
Hablemos de bullying porque sé que algunos de los que me escuchan, tú mismamente, lo habréis vivido en la carne y no digo de un insulto fortuito, un comentario sin más y sin volver, hablo del machaque continuo que ni los lobos se atreven a hacer a sus presas.
Sé que esto de poco o nada servirá, pero quiero hacerte ver que ahí fuera, a tu alrededor existen personas que te quieren, que te sueñan y que tu compañía les haría los días más felices, quiero decirte que te quieras mucho y bien, que llores, llorar no es malo, pero no por gente, si se les puede llamar así, sin razón ni corazón.
Hasta los pozos tienen salida, y las puertas con llave y los espejos, que las palabras bala no nos matan, aunque tristemente hay gente que no puede decir lo mismo.
Hablemos de bullying y ahora me dirijo a ti, sí, acosador, no sé cómo de incompleta estará tu vida como para que te llene el sufrimiento ajeno, pero sabes una cosa: la vida devuelve con golpes más duros que los que das.
Ojalá aprendas que tras ese gafotas, esa gorda, esa zorra o ese friki hay un nombre, una familia, una inseguridad, metas, sueños, virtudes, ganas, belleza… por favor, para, vive y deja vivir sin miedo.
Una vez leí que la burla es la diversión de los ignorantes y sí tú vales mucho.
No, quizás esto no te pueda ayudar, pero quizás sonrías al ver que vales y te des cuenta de que eres mucho para alguien con tan poco bien.
En algunos finales, y no de cuento, las bestias, bestias son y bestias serán…pero esto puede cambiar, está en ti querer, está en ti educar, está en ti comprender y respetar.
No al bullying