Se te nota en la mirada que la herida aún te escuece. Que no tienes la fuerza como para seguir, como para enamorarte, como para confiar en alguien aunque sea sólo por una vez más.

¿De verdad que no te atreves? ¿Qué tienes miedo? Se me revuelve la vida al saber que no eres capaz de lanzarte y de atravesar puertas blindadas. ¿Tanto daño te han hecho?

No sé cuántos cicatrices bailarán en tu cuerpo pero bastante tiene con haber soportado lágrimas de más capaces de competir con los océanos.

Hay personas que entienden el amor como juego donde ellos ganan. Hay besos a escondidas que son balas de la peor guerra,  relaciones que acaban en naufragio o abrazos de mentira que nunca terminan en la cama. Se nota que has sufrido por dentro aunque quieras demostrar lo contrario, aunque quieras parecer una persona dura, de las que no se enamoran y se amarran a nadie…no intentes esconderte, el mal ya está hecho.

¿De verdad que has sufrido tanto que no te merece la pena apostar todo a uno? Sé que es complicado el dejarse llevar cuando alguien se ha atrevido a rompernos los esquemas y a querernos. Sé que se nos cierra la boca cuando hablamos de amor de mentira, que ya no confías en nadie y que piensas que eres ese muñeco a quien otros labios han decidido quemar.

Yo también lo he pasado mal, y como superviviente te digo que si algo se aprende es a temer menos al amor de lo que piensas: al menos de él se puede salir vivo, aunque no ileso.  Que les den a los insensibles que piensan que aquí o se empuja o sales perdiendo.

Estoy segura de que has sufrido hasta quedarte sin voz, o no pero nos sentimos como si fuera el fin del mundo…pero no pierdas las ganas de seguir amando, de seguir riendo o de seguir viajando con quienes realmente merecen la pena.

Ahora te lo pregunto una última vez y ojalá seas sincera:

¿Tanto daño te han hecho? Ven vamos a curarte que yo puedo quererte mucho y bien.