Hola 2019, aún no me creo que hayas llegado tan pronto. Parece ayer cuando era 1 de enero, yo con mil millones de metas por cumplir y muchas de ellas hechas realidad.
Este año se ha marchado gente, y no gente cualquiera sino gente a la que querían y a la que no pude demostrar todo lo que tenía para dar.
He llorado, he viajado, he hecho cosas que jamás hubiera pensado que haría, me he superado a mí misma y no he desaprovechado ni un minuto. 2019, tienes competencia porque este 2018 ha sido un año de los que no se olvidan, de los que marcan y no tienen intención de marcharse fácilmente.
Porque empezó corriendo carrerilla, y aunque no todo haya sido línea recta de las curvas y de lado cuestas también he aprendido.
Me he enseñado a valorar todo un poco más, todo lo que merece la pena, he disfrutado de mis seres queridos, he escrito hasta desgarrarme y he terminado etapas.
También he emprendido caminos, y me dio miedo…pero de los miedos se aprende.
Querido 2019, sé que estás en la línea de salida para hacerme sentir de verdad, para hacerme madurar y darme cuenta de que las cosas se demuestran, de que existe gente valiente aunque se esconda.
No habrá pasado ni un minuto y me habré alegrado por tu llegada, me reuniré con los míos hasta desfasar, prometo dejarme el alma como hasta ahora, partirme en dos por si tengo que dar mi mitad a alguien…prometo seguir soñando y seguir cumpliendo y apostar todo lo que tenga por aquello que me hace feliz.
Pero te voy a ser sincera…este año ha sido grande así que por favor, si has llegado para quedarte durante 365 espero que seas cura de todo lo que me rompió algún día y que aún no supero, espero que seas esa lección que me queda por aprender, espero que seas mejor que este año anterior…porque si no, no quiero que vengas.
Que me mantengas al lado de mis amigos, de mi familia, de los que quieran quedarse y de los que lleguen sin pedirlo.
Sé que lo típico es pedir salud y dinero pero yo solo quiero que me hagas feliz y que las sonrisas estén presentes siempre.
Que sea el año de sanar heridas y enmendar errores, que sea el año de pedir perdón y de aceptar abrazos cuando las cosas duelen. Que seas 2019 el año de mi vida de lo feliz que me harás ser.
Y a ti 2018, gracias por darme tanto y tan bueno, pero he de despedirme y mira que me da rabia que todo lo bueno se acabe.
Querido 2019, bienvenido a mi vida, pórtate bien.