Uno no elige de quién se enamora, es algo así como o un tablero en el que sacas y la casilla donde caigas te acabará marcando para siempre. Destino, azar, suerte, cada uno lo llama como quiere y yo simplemente lo llamo amor.
Porque hasta de quien menos te lo esperas puedes llegar a sentir cosas, hasta de quien no creías que era para ti pueden salir grandes historias para el recuerdo…
No te engañes, o fuerces al amor porque llega cuando menos te lo esperas y se va cuando más dabas por ese alguien. Impredecible, incoherente….y uno no lo elige.
Somos sus marionetas, estamos a su servicio, y joder, ojalá poder estar siempre bajo su mando porque te prometo, que cuando te enamoras de verdad la vida cambia a mejor….y no te deja indiferente.
Yo no elegí enamorarme de ti, lo prometo. De haberlo sabido habría ido preparada con chaleco salvavidas para no ahogarme antes de tiempo y con escudo de hierro para que no me rompieras en mil pedazos.
Pero la vida es así y me enamoré sin quererlo y sin saberlo.
Y no me arrepiento de nada. Porque aunque tú no entrases en mis planes, aunque no estuviéramos predestinados, aunque tú no te enamorases de mí como yo lo hice, estoy orgullosa de mi misma, porque he aprendido a dejarme llevar, a que me dé igual lo demás y a hacerme feliz, que siempre hace falta.
Uno no elige de quien se enamora y por eso hay parejas que te sorprenden tanto pero que están hechas la una para la otra, por eso hay alegría y lágrimas, desencuentros y pasión…porque hasta esas dos personas que creías opuestas pueden acabar viciándose la una a la otra.
Y así es el amor, tan libre, sin barreras, que no entiende de sexos, de edades, de razas ni colores.
Así es el amor, que llega, te agarra bien fuerte, te une a quien cree conveniente y te cambia para siempre.
Si te has enamorado seguro que sabes de lo que hablo. Yo dejé de ser la misma el día que me enamoré y que después me destrozaron el corazón…juro que no elegí enamorarme de él…pero no me arrepiento.
Ojalá todos los errores llevasen su nombre.