Una vez escuché que lo imposible es por definición probable y eso les pasó a Noah y Allie, que aunque el mundo girase en su contra el tiempo puso a cada uno en el lugar que merecía… que era en los brazos del otro…
Porque cuantas más barreras le pongas al amor más ganas le entran de seguir amando aunque digan que no es lo correcto.
Pero sinceramente, ¿por qué no? ¿Qué hay de malo de querer estar con alguien que te hace feliz?
Joder con los amores de verano que son para toda una vida…al final no es cuánto tiempo dures con una persona sino lo que te marque, sin segundos que lo cuenten… y ellos son claro ejemplo.
Noah y Allie lucharon pero a veces terceras personas hacen que te rompas. Quizás podrían haber mandado todo a la mierda desde el principio, haberse besado y dicho «nada nos separará»…pero se separaron…o la vida quiso separarles.
Podían haber sido más valientes, correcto, pero si lo hubieran sido todo habría salido bien desde el primer momento y tal vez no habrían valorado su amor. Cartas que nunca llegaron y abrazos por dar….cuánto tiempo perdido y no por su culpa.
Sin embargo, el tiempo al final me ha dado la razón porque soy de las que piensa que cuando dos personas están destinadas a encontrarse lo harán.
Ellos volvieron a verse, volvieron a caer y aunque no lo supieron hasta ese momento estaban hechos el uno para el otro, qué bien suena poder decirlo. Se dieron cuenta tarde pero a veces es mejor tarde que nunca.
Eso pasó con un amor de verano…joder con los amores de verano, que al final, sin que lo esperes, duran para toda la vida. .