¿Me odias por ser mujer? ¿Me ves menos por ser mujer? ¿No soy capaz por ser mujer? ¿Solo valgo para ciertas cosas por ser mujer? ¿Mi ropa provoca por ser mujer? ¿No puedo decir lo que pienso por ser mujer? ¿No me escuchas por ser mujer?

¿No me crees por ser mujer? ¿Mi estado de ánimo es la regla por ser mujer? ¿Mi físico importa más que lo de dentro por ser mujer? ¿La edad me pasa factura por ser mujer? ¿Me violas por ser mujer?

¿Me asesinas por ser mujer?

Estamos cansadas de tener que demostrar más que el sexo opuesto solo por el hecho de ser mujer, agota saber que en altos puestos no siempre nos quieren solo por el hecho de ser mujer.

Hartas de que se nos machaque por ser acosadas por ser mujer, porque te recuerdo que la ropa no tiene la culpa de tu maldad. Y si niegas todos los males que viven las mujeres por el hecho de ser mujer solo vas en nuestra contra.

Pero escucha, las mujeres tenemos demasiados puntos fuertes como para hundirnos ahora y lo que empezó como una semilla hoy ya es una revolución.

Porque nos hemos cansado de estar en la sobra, detrás, que se nos quite la voz, que se nos mire por encima del hombro, que no se nos trate igual ni se nos dé lo mismo solo por el hecho de ser mujer.

No me subestimes, que hay mujeres tan válidas como los hombres porque si algo es cierto es que ambos somos humanos y que ninguno es menos ni más.

Por ser mujer he tenido que cambiar de acerca cuando la noche acerca, he tenido que ver como me gritaban por la calle cuatro piropos vomitivos, me he sentido incómoda, no me he sentido escuchada ni entendida, por ser mujer he visto cómo me llamaban zorra por besar de más o monja por besar de menos…. Y todo eso, por ser mujer.

Hablo en nombre de las que están y de las que faltan, que parece que se ha olvidado que algunas ya no pueden cantar.

Y por ser mujer tengo muchas cosas que dar como cualquier persona, por ser mujer también soy inteligente, fuerte, decidida, con carisma, carácter, ambiciosa, luchadora, todoterreno, ligona, viajera, graciosa, fiestera… por ser mujer y por ser simplemente persona.

No me subestimes por ser mujer, es hora de que cambien las cosas. De que tú y yo vayamos de la mano y podamos decir: ahora sí que somos de verdad iguales.

Ojalá llegue ese día sin distinciones, entonces, habremos ganado… todos.