No sé si te ha pasado alguna vez eso de mirar fotografías y desear volver a ellas, a esos momentos que quedarán inmortalizados para siempre.
Yo… hay fotos a las que volvería y recuerdos que querría revivir una y mil veces más porque si por algo quedaron tallados en mi cabeza es porque si algo fueron, es bonitos.
A veces echo de menos vidas pasadas y después me digo a mí misma que el tiempo vuela demasiado rápido como para estar pensando en el pasado en lugar de en el presente, que el futuro ya vendrá y no hay prisa porque lo haga.
Creo que hay que disfrutar de lo que se tiene y no llorar por lo que nos falta, que si realmente eres feliz entenderás que no te falta casi de nada.
Hay fotos a las que volvería, es mirar esas sonrisas de fondo y acelerarse el corazón. ¿Por qué no regresar a aquello que nos hizo bien? Y lo mismo ocurre con las personas, que ojalá pudiéramos volver a ver a aquellas que se marcharon no sin antes descolocar nuestra vida en el buen sentido.
Creo que la magia existe porque yo la he visto en miradas y en las caricias. Tengo besos tatuados en mi memoria, abrazos que me dejaron rota, otros que me volvieron a coser y experiencias que rezo porque vuelvan a repetirse aunque no sean de la misma manera Porque si lo piensas, aunque vuelvas a hacer algo por segunda vez ya no es lo mismo que la primera. No es malo, pero te enseña a vivir el momento, ese preciso y exacto momento que
encerraría en un cajón y en mi diario.
Hay fotografías a las que volvería, recuerdos a los que volvería pero no, no se puede vivir anclada a un pasado por bonito que sea.
Céntrate en seguir creando momentos para el recuerdo, que ser feliz e inolvidable sea tu única menta.