
Hace tiempo aprendí que no puedes pedir a alguien que esté a tu lado si por su cabeza se pasa el marcharse. No quiero a nadie junto a mí al que no le salga estarlo, por eso, todas aquellas veces que se fue quien yo quería nunca me arrastré para que volviera porque no soy de esas chicas que suplica cariño. Cuando alguien toma una decisión hay que sabe frente a las consecuencias
Tal vez después quieras regresar arrepentido o para un rato, pero entonces yo tendré la última palabra porque no soy de las que se queda esperando toda la vida y de tanto tensar la cuerda una se acaba cansando.
No voy a pedirte que te quedes porque es una de las cosas que ha de salir sola en esta vida. No puedes forzar a alguien a estar y a seguir, a que continúe tu para siempre cuando no lo siente.
Si algo tengo es amor propio y entiendo que las cosas se acaban, que no siempre se termina el cuento de la misma forma y que, aunque los cuentos nos digan lo contrario, existen las rupturas.
Hay veces que se deja de sentir, por tu parte por la otra o por la de los dos y es entonces cuando no tiene sentido seguir con alguien por el que ya no lo darías todo ni te hace estremecer.
No voy a pedirte que te quedes porque estás en todo tu derecho de querer marcharte, tal vez así será mejor, separarnos por un tiempo o para siempre, tomar caminos distintos y vivir en realidades adversas porque como amigos somos geniales, pero como algo más no nos damos lo que hemos de darnos.
Después tal vez nos arrepintamos quién sabe, pero no te pediré que te quedes ni tú a mí, es mejor vivir una separación a tiempo y después darse cuenta de lo que hemos perdido a seguir en una relación que no te aporta.
No voy a pedirte que te quedes… porque si no deseas hacerlo es por algo… y es mejor que te marches cuando antes, así dolerá menos.