
Sé que aún me quieres, que no me has olvidado, que, aunque lo intentes, a veces me presento en tu cabeza y se te descoloca todo.
Se te encoge el estómago, te vienen a la mente los recuerdos, los besos, las promesas que nos hicimos y todos los planes que quedaron varados en la orilla.
Te entiendo, a veces a mí también me pasa, aunque no de la misma manera. Yo no te he olvidado, no se puede olvidar a alguien que pasó por tu vida para cambiártela a mejor. Nos hicimos felices y por eso sonrío cada vez que te recuerdo, porque gracias a ti soy lo que soy y gracias a nuestra ruptura soy más fuerte.
Sé que aún em quieres y que te arrepentiste de dar el paso, de dejarlo todo, de poner fin a algo que fue bonito pero que en su día no te llenó. ¿Te has dado cuenta de que sentías por mí? ¿De que fuiste un cobarde? No te culpes, tal vez solo sea un pensamiento pasajero y mañana vuelvas a ser el de siempre… aunque en el fondo confieso que creo que me quieres y que nunca dejaste de hacerlo.
Yo no, te he superado, ya no ocupas ese lugar privilegiado, ya no eres quien me canta nanas ni con quien me desahogo. Eso ya es pasado, pero en el fondo sabes que siempre nos tendremos el uno al otro en esta historia que es la vida. ¿Por qué? Porque algo que importó no debe ser borrado sin más.
Sé que aún me quieres, que no me has olvidado, que te da rabia haberte dado cuenta tarde, muy tarde… pero así se aprende, a base de decepciones como la que recibí yo y de arrepentimientos como el tuyo de ahora. Sé que aún me quieres, que no me has olvidado… no quiero ser soberbia… pero he de decirte que jamás dejarás de hacerlo