
Mi problema es que no digo siempre lo que siento a la cara y después me llevo las hostias más grandes de mi vida.
Después me arrepiento, pienso en qué habría podido ser de haberme lanzado al vacío sin paracaídas y haberme sincerado desde el primer momento.
Lo siento, siento ser una cobarde que tiene miedo al rechazo, a lo no correspondido y a la duda de si te marcharás.
Si pudiera verte una última vez te juro que dejaría todos mis demonios atrás, que valoraría lo que tengo y a quien tengo, que me abriría en canal, esa operación a corazón abierto de la que saldré viva, aunque no sé si ilesa.
Porque como me dijeron una vez… lo que no dices no muere, mata, y nunca una frase había encajado tanto conmigo.
Si pudiera verte una vez más te miraría a los ojos, vomitaría todo lo que siento por ti de la manera más honesta que podrás imaginar sin pensar en tu respuesta.
Te cogería de las manos, sentiría tu latido cerca de mí, tal vez de mis ojos caería una lagrimilla pero me lo merezco por no haber tenido los cojones antes.
Qué rabia eso de darse cuenta de lo que tienes una vez que lo has perdido pero aquí estamos, pidiendo al destino quete vuelva a poner en mi camino aunque sea solo por un segundo para enviarte ese mensaje que nunc allegaste a escuchar porque nunca salió de mi boca.
Si pudiera verte una última vez dejaría en el suelo esa coraza que tengo y mostraría mi mejor yo para decirte que te echo de menos, de que te quiero y te he querido siempre y que pase lo que pase me tendrás aquí… aunque entiendo que te hayas cansado de esperar.