Somos jóvenes (y tenemos derecho a equivocarnos)

Sí, soy joven, y tengo todo el derecho y el deber de equivocarme, De cagarla, de liarla, de cometer errores y después aprender a pedir perdón.
No tengo nada claro en mi vida, no sé qué me deparará el futuro ni quiero saberlo, no me pidas decisiones firmes porque soy cambiante, incoherente, aprendiz y estoy en fase de auto descubrirme.
Somos jóvenes y podemos presumir de tener aún mucho tiempo para arrepentirnos de nuestras acciones, para caernos, rebozarnos en el llanto y después resurgir como el fénix. Somos jóvenes, en nuestra cabeza solo rondan preocupaciones y locuras aun por cometer.
Hay que aprovechar cada segundo, porque cuando nos hagamos mayores empiezan a aparecer las responsabilidades y que nadie te diga que no fuiste joven algún día… aunque soy de las que piensa que la edad no supone un problema para disfrutar de verdad.
Soy joven, quiero enamorarme, quiero darlo todo, quiero que me rompan el corazón para aprender lo que es el amor propio, quiero suspender, aprobar, que me den largas, darlas, llorar, reír sin saber por qué, emborracharme, saber qué es lo que quiero, lo que no y darme la hostia más grande de mi vida.
Que no quiero quedarme con las ganas de nada, que los miedos están pero hay que saber hacerles frente antes de que sea demasiado tarde.
Dicen que esta generación es de cristal, que vale poco pero luego no nos dan las oportunidades necesarias para que demostremos de lo que somos capaces. Para que demostremos lo que valemos. Soy joven, tengo todo el derecho a no saber lo que quiero en esta vida y a no tener ni idea de qué es la vida pero tengo tiempo para aprender